

Elena y Carlos se dieron el sí, quiero el pasado 1 de julio, en una boda en A Coruña que demostró a la perfección el encanto del norte y su natural encanto durante los meses de verano. La fiesta comenzó con una ceremonia religiosa en la Iglesia de Santa Eulalia de Lians, en Oleiros, a la que los novios le dieron su ‘toque’ más personal para celebrar su boda tal y como ellos querían. “Es una iglesia con mucho encanto donde la luz tenue amenizaba la estancia apoyada por velas en los laterales y cambiamos toda la parte textil de altar y bancos a tonos crudos con texturas en lino”, confirma la novia.

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Desde ese instante, la novia tuvo claro cómo sería el día del sí, quiero y no contó con una wedding planner para organizarlo. “Siempre quisimos que nuestra boda fuera algo divertido, más fiesta, donde pudiéramos pasarlo bien desde el minuto uno con toda la gente que queremos.” explica. La decoración nupcial se basó en colores naturales y calidades de lino para los sofás, cojines y manteles, y algunas piezas de anticuario, donde contaron con la ayuda de los expertos de Cae de Cajón.

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La pareja se conoció en A Coruña, cuando tenían 17 años y ambos coincidieron en una famosa discoteca de la ciudad. Desde entonces, han vivido innumerables cosas juntos, en especial el nacimiento de su hija, de 11 meses. La pedida también fue un día muy emotivo que ambos recuerdan con especial ilusión. “Fue con muchos nervios por parte del novio y muchas lágrimas por parte de la novia”, cuenta Elena.

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La celebración posterior tuvo lugar en el Pazo de Xaz, a pocos minutos de la iglesia. “No queríamos que hubiera demasiada decoración adicional porque el Pazo de Xaz tiene un montón de buganvilla que ya es todo un espectáculo”, asegura Elena. Dividieron el espacio en diferentes ambientes: una zona de bienvenida, donde el camino que guiaba a la primera zona del cóctel estaba lleno de velas en los laterales bajo un bosque de pinos, mientras que la zona de la cena fue de estilo cóctel en formato ‘bocados’ y se desarrolló en los jardines del pazo frente a su fachada cubierta por buganvilla. “Durante todo el coctel se sirvieron diferentes opciones de vino, champán y cocteles Pirata”, comenta Elena. El catering corrió a cargo de Montesqueiro y la coctelería a cargo de .